Abonanzar

Fotografía por Edgar Rivas
Cachazudo - Fotografía por Edgar Rivas

Hace mucho tiempo que no he escrito algo. Me he percatado que una de mis entradas superó las cien vistas -algo inesperado para una alma solitaria-. Desde el comienzo de la cuarentena, he pasado por muchas facetas, pero quién no. Creo fielmente que las personas no han podido sacar su mejor versión porque tienen una carga, de esas que prefieren guardar antes que hablar. Desde mi punto de vista, no, nadie ha sacado su mejor o peor presentación en estos días de aislamiento. Existen algunos y algunas que cargan con el pasado de sus acciones, con problemas que no han podido arreglar, con desamores que no han podido soltar, con amigos/as que por algunas razones dejaron de hablar... Podría hacer una lista desmedida, pero sabemos que cada uno tiene su batalla y de alguna manera, lucha y ha sido versado en las distintas situaciones que se le presenta.

Recuerdo que la semana pasada, vi una publicación de Facebook que me hizo pensar, no por lo que decía, sino por lo que me tocó leer gracias a esa imagen. Aquello me instruyó a buscar en la página cien de uno de mis libros favoritos y, que la última línea,, diría lo que he estado pensando en los últimos días. Tomé mi libro favorito por su narrativa tan creativa y poco comprendida por algunos debido a la variedad de narradores; Pedro Páramo por Juan Rulfo. Mi última línea fue: "Y se preguntaba hasta cuando terminaría aquello". Siendo sincero, no creo en la famosa ley de atracción o en las energías y de cómo vibras en el mundo, pero cuando leí esa última línea, mi perspectiva cambió. ¿Será posible que Juan Rulfo haya escrito esto para mí, en esta fecha y en estas situaciones? Por supuesto que no, pero por alguna razón me hizo reflexionar de aquello que sólo puedo sentir, pero no hablar. De lo que quisiera que fuera, pero no llegó a ser. Por un momento, mi vida entró en cerote. -¿Es este el rumbo que tanto he deseado? ¿Me merezco esto? ¿Por qué haciendo las cosas bien, la vida paga así? ¿Realmente se calló la música que me inventé por aquello y por aquellos?- Y otros pensamientos vagando por la mente. 

Descubrí que estas preguntas me han llevado a ser quien soy. Quizá es momento de abonanzar las preguntas con respuestas que el tiempo se encargará de regar. Todos en algún punto de nuestra vida, desearíamos que las cosas fuesen distintas. Sin embargo, con aquello me hacía dormir con aciago y gimotear en la almohada me hizo entender que hay gente que extraña la versión que eras con ellos, más no como tú eras realmente. He dejado la palma de mi mano abierto para aquellos que, bajo su libertad, puedan irse y para los que deseen entrar, puedan hacerlo bajo ningún compromiso. Siendo las dos de la mañana, me atrevo a confesar que todos tenemos una página en blanco. Tratamos de alcanzar lo inalcanzable y empaparnos lo más que podamos de ello. Lo que te puedo decir es que no trates de ser alguien que no eres, tampoco seas lo que no quieres te hagan. Romper la tradición de vez en cuando es bueno, pero nunca lo rompas por la aceptación de alguien. Vive tu vida con los brazos abiertos de par en par porque hoy comienza tu libro y, el resto, está por escribirse.

Y a ti, ¿qué te dice la última línea de la página cien de tu libro favorito?

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